Muerte de un viajante es una de las obras maestras del autor estadounidense Arthur Miller que expresa la incesante búsqueda del hombre por el tan deseado sueño americano y como esta lucha por conseguirlo no solo lo consume, sino que le lleva a vivir una vida exagerada e impostada.
El dramaturgo Natalio Grueso presenta una adaptación fiel en el que la propia palabra nos sumerge desde la primera escena en un ambiente desesperanzado y deprimente. Con una escenografía y un vestuario sobrios y austeros impregnados de color gris, asistimos al ocaso de la vida del vendedor viajante Willy Loman quien, lejos de aceptar que su vida dista mucho de ese sueño americano impuesto por la sociedad capitalista, se mantiene obcecado en que sus hijos, y especialmente el mayor, consigan el éxito, ese mismo que él mismo dice haber alcanzado en sus gloriosos años pasados como viajante. Esa actitud de ensalzar y mantener esa vida falsa y ficcionada es precisamente la que le aleja por completo de su primogénito, quien, tras haber creído todo lo que era su padre y lo que él podía llegar a ser, descubre el engaño y lucha por alejarse de todo lo que representa su progenitor.
En un elenco estupendo, que mantiene la agilidad de un espectáculo complejo, destaca Imanol Arias, que está magnífico en su papel del Willy Loman; con una gran presencia escénica transita en los distintos momentos vitales del personaje con especial detalle en los aspectos físicos del personaje, quien se va deteriorando con la edad y el desengaño que lo van consumiendo.
Muerte de un viajante nos pone frente al espejo la falacia del sueño americano y la hipocresía capitalista, que consumen al hombre y lo condenan a vivir una vida falsa, decepcionante y gris.
Espectacle vist el 21/11/2021 al Teatro Infanta Isabel de Madrid