Para mi vos sos hermosa. Esta es la obra galardonada de Marcelo Nacci que protagoniza una grandiosa Paula Ransenberg. La actriz interpreta las diversas mujeres – en lo que es todo un espectáculo camaleónico – que han interactuado con Harry, el ilusionista que ha desaparecido después de su número de magia. ¿Estará muerto? ¿Se habrá fugado? Poco importa. Lo relevante aquí es la visión que nos dan las mujeres que protagonizan la obra. Así se suceden, en un entrañable decorado de circo, aquellas que han compartido la vida con él y que lo elevan a héroe o le reducen a un gañan. ¿Pero quienes son ellas? Son musas de, nietas de, amantes de, esposas de…mujeres en las que no se profundiza, que solo conocemos en función de Harry, como si no existiesen o no tuvieran identidad por sí mismas. ¿Es una denuncia o una mera constatación de la invisibilidad de la mujer? No lo sabemos, no hay síntesis. La obra tiene delicadeza, ritmo, la luz adquiere protagonismo, la actriz es impecable en su ejecución…una dirección redonda. Pero tal vez, a nivel de dramaturgia le cabría una vuelta de tuerca, redondearla un poco: ¿quien no desea saber más de una mujer tan interesante como el personaje de las dos caras? ¿qué nos tiene que contar la nieta, aparte de hablarnos de su abuelo y -otra vez, de nuevo- ponerla en función de su pareja? Para mi vos sos hermosa, sí. Pero también invisible, añadiría.
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