En un escenario sencillo, algo oscuro y con música tenebrosa del Teatro EDP Gran Vía se nos aparece Santi Rodríguez. Está un poco pálido y parece que se encuentra un poco desubicado; le han dicho que se tiene que mudar de su propia casa por algún extraño motivo. Se dice se comenta que hay un espíritu que habita allí, así que no le queda otra que hacer cajas. Pero a medida que van pasando los minutos se da cuenta que es posible que conozca al espíritu mejor de lo que cree.
Espíritu es el nombre de este espectáculo de humor que protagoniza Santi Rodríguez; se encuentra solo ante el peligro, pero no necesita nadie más para hacer que al público se nos pase aproximadamente una hora y media en un auténtico suspiro: ‘como la vida misma’. Un monólogo cargado de mucho humor, de infinitas situaciones cotidianas con las que nos podemos sentir identificados en el algún momento de la vida o de la muerte que parece no ser tan diferente; frases que escuchamos y empleamos en nuestro día a día mencionando la temida muerte o nombrando de alguna manera a los que se encuentran en el más allá, todo ello muy hilado y con muchas notas de humor que hacen que el teatro entero estalle en risas desde que Santi se nos aparece sobre las tablas.
Y sí, se trata de un espectáculo de humor y que te hacer reír y mucho, pero además te hace reflexionar sobre la vida y los miedos que a veces no nos dejan disfrutar del presente sin saber lo que nos espera mañana. Y sin desvelar nada más, sus últimas palabras lanzan un mensaje que a más de uno nos hizo saltar la lagrimilla e irnos del teatro muy emocionados.
Recomendable 100% de disfrutar e ir a ver en vida, ;)